Durante un sismo, muchas personas suelen perder el control de sí mismas dejándose invadir por un temor extremo y finalmente sufren una crisis nerviosa.
Aparecen las taquicardias, la sudoración en las manos, el temblor en las extremidades, síntomas que en una persona nerviosa pueden causarle accidentes.
"A final se generan dos terremotos, el terremoto geológico y el emocional. Nos ganan las emociones, nos ganan los miedos, no sabemos qué hacer y ahí es donde hay que trabajar más", expresó el psicólogo clínico Christian Martínez Monge.
En ese sentido, el especialista brindó diez consejos que podemos poner en práctica para no ser víctima, no solo de las tragedias, sino también de los nervios y la ansiedad.
- Recuerde tener preparada una mochila de emergencia con un botiquín a mano y los teléfonos de emergencias.
- Hay que identificar a las personas que son nerviosas y ansiosas o que no sepan cómo actuar ante un sismo.
- La idea es brindarles el apoyo necesario para tranquilizarlos y orientarlos.
- Es mejor que las personas ansiosas o nerviosas permanezcan quietas en zonas seguras hasta mantener la calma mediante ejercicios de respiración profunda para regular el ritmo cardiaco.
- Las personas adultas deben brindar seguridad a los más pequeños para no perder la calma ante un sismo.
- Pensar de forma positiva es lo adecuado para actuar en caso de sismos. Para hacerlo es necesario la prevención.
- Si los nervios le impiden permanecer quieto durante el temblor y desea bajar de un edificio, no opte por coger el ascensor en ningún caso.
- En caso de estar solo y ser propenso a experimentar crisis nerviosas se aconseja respirar profundo y llamar a alguien de confianza para que sea auxiliado.
- Si una persona reconoce que sufre de crisis nerviosas constantemente, es útil acudir con un especialista que le ayude a identificar las circunstancias es que aparecen este tipo de episodios.
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